2012/11/09

¿Qué pasa cuando hay un solo bibliotecario o bibliotecaria?


Un solo bibliotecario al frente de la biblioteca hace difícil ofrecer horarios prolongados para atender a los usuarios que quieren acudir a la biblioteca después de sus jornadas de estudio y trabajo, restringe la diversificación de los servicios bibliotecarios y la atención a grupos poblacionales variados fuera y dentro de la biblioteca, además de generar cierres temporales, principalmente cuando el bibliotecario asiste a programas  de formación o cuando participa en reuniones y grupos de trabajo de la comunidad.

Una planta de personal adecuada marca la diferencia. Se puede contar con practicantes de carreras relacionadas con sistemas, educación infantil, artes o otras que puedan – asesoradas por el bibliotecario – desarrollar talleres y actividades con distintos tipos de público. También se puede recurrir al servicio social de los estudiantes y los voluntarios para apoyar algunos servicios. Los talleristas, practicantes y voluntarios podrán asumir labores de apoyo más no de responsabilidad directa frente a la biblioteca.

Pero, definitivamente, para que haya continuidad y permanencia en los programas, lo ideal es gestionar presupuesto, es decir asegurar una financiación, para contar con promotores de lectura, promotores culturales o personal auxiliar contratado, por horas o de manera permanente, para realizar tareas de extensión  y para apoyar las labores habituales de la biblioteca.
Los bibliotecarios son personas comprometidas con sus comunidades pero con vidas personales, como el resto de los seres humanos. Así que a menos que reciban apoyo de la municipalidad y de las empresas privadas de su entorno, les queda muy difícil ejercer todas las funciones que se esperan de ellos. Tanto visitantes y 



Bibliotecas vivas
“Las Bibliotecas Públicas Que Queremos”
Gloria María Rodríguez Santamaría
Irene Vasco

No hay comentarios:

Publicar un comentario