Pongan pues mucha atención
Lo que ahora he de contar,
Pues sucedió donde Lola
Lo que les voy a narrar.
Aquí comienza señores
Una historia espantosa
Que acontece aquí en
Galíndez,
En época lugubrosa.
Era una noche lluviosa
Por cierto muy tenenbrosa.
El profe Samir Ibarra
De andar su mundo venía,
De pronto bajo el almendro
Un gran recelo sentía.
Se le erizó todo el cuerpo
Y la espalda se le enfría.
Vio como la niña Mencha
Y dio un giro a su cabeza.
Que mujer pa´ guapa, dijo,
Pero le causó extrañeza.
Subía a ver a su hija
Que estaba recién nacida
Y avanzó con paso lento
Hasta llegar al portón.
A Socorro vio al instante
Regañando con razón.
Sintió rabia al ver a Charo
Aquella noche callada,
Pues estando aquella en dieta
Debía estar reposada.
Cuándo intentó darle un golpe
A Socorro la sorpresa,
Casi se caga del miedo
Porque lo vió sin cabeza.
Por aquí empezó lo feo
De nuestro amigo Samir,
La viuda lo toma del cuello
Le muestra tremendos dientes
Dan una, otra carambola,
Lo arrastra sin compasión,
Pa llevárselo a su lecho,
O quizás para el panteón.
Al irle a dar la estocada
Se oye un grito aterrador,
Me ensarta, me ensarta Lola,
¡Ayúdenme por favor!
Corre Lola, corre Elisa
Y Socorro que dio un salto.
Aullando el perro Joe,
Ahuyentan el espanto
Casi muerto se encontraba
No decía currucucú,
Corre Elisa rapidito
A echarle alcohol y anamú.
De esta forma pues señores
Se acabó con el espectro,
Aunque pa´ acabarlo fue
Con esfuerzo y gran reto.
Como ustedes pueden ver
Sigue vivita y coleando
Y a toditos prometió
No seguir enamorando.
Ya escucharon el relato
Que he narrado con amor
Terminando así la historia
De ese profe picaflor.
Autor : Jesús Albeiro Grueso. Profesor de la
Institución Educativa Dos Ríos.
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