Esta es la historia de Fermín Guevara. Cuentan que hace algunos años, este señor
vivía aislado de la comunidad, o sea lejos
del caserío, en medio de un bosque solitario, en donde todas las noches salía
un espanto. Pero a este señor no le daba miedo de nada. Él se defendía con oraciones ya que sabía
mucho de ellas. El espanto no pudo con
aquel señor, entonces se le presentó al
hijo en un cañal, chupando caña. El
muchacho, inocente, le dijo que no se le
chupara la caña. Y resulta que había
sido el duende, quien le respondió que se le chupaba todo lo que él
quisiera. El muchacho, llamado
Fermincito, al ver a ese niño tan pequeñito contestarle de esta manera, sacó su
machete de la cubierta y se dispuso a castigarlo y el niño le respondió con un
machete idéntico y se dio cuenta que era el duende. A pesar de esto el muchacho cogió su machete
amenazando al duende, pero el lesionado fue Fermincito, a quien el duende le
dio un corte en la nariz. El duende
salió corriendo para un lado y Fermincito para otro y allí termina la historia.
Esto fue real.
Narración compilada por Yady Vanesa, estudiante del
grado 8vo. A. INEDER, 2006
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